Entrevistando a

La historia como pilar y fuente del estudio de la humanidad. Entrevista con el Dr. Jenaro Reynoso Jaime

Titúlense; esfuércense, lógrenlo, fíjense un motivo más allá de la licenciatura: cursen una maestría y un doctorado.

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La historia nos permite establecer un diálogo con nuestro pasado al tiempo que aporta información y herramientas para el estudio del acontecer humano, esto le permite a la historia relacionarse con otras disciplinas que no pertenecen necesariamente al área de las humanidades. Ante esto surge la interrogante acerca de la importancia de la historia como disciplina y como elección profesional. En entrevista con el Dr. Jenaro Reynoso Jaime conversamos en torno a su línea de investigación y a la educación histórica actual de México.

¿Qué propició que se dedicara a la historia de manera profesional?

Decidí estudiar Historia para fortalecer mi militancia política. Comprendí que conocer y explicarme las cosas a partir de la historia podría ayudarme a influir y a lograr los cambios que buscaba. Cuando ingresé a la licenciatura era profesor de educación primaria. Había participado en movimientos estudiantiles cuando cursaba la Normal y después como egresado en magisteriales.

¿Qué profesores marcaron su camino profesional?

Hasta hoy, un profesor intelectualmente importante para mí fue  el profesor René Roberto Becerril. Él con su lectura crítica de la historia a partir del marxismo fortaleció la formación que tenía, y Jaime Collazo en el ámbito de la teoría de la historia; quien me estimuló a saber más. Él me prestaba sus libros para leerlos el fin de semana porque en ese momento no tenía los medios para comprarlos. Entablamos una amistad que conservamos hasta hoy.

¿Cuál es su línea de investigación?

Tiene dos vertientes historia política y educación. Realicé mis tesis de licenciatura, maestría y el doctorado enfocadas en la historia política, pero en algún momento tuve que salir de la Facultad por cuestiones políticas y llegué al Instituto de Estudios Sobre la Universidad (IESU) hace catorce años. Aquí se trabajan temas relacionados con la educación, entonces trato de combinar mi formación con las investigaciones, para lo cual he acuñado el término educación histórica.

¿En qué proyectos se encuentra trabajando actualmente?

En dos proyectos, uno que habla sobre el aporte de la Universidad a los estudios sobre la ciudad, en este se trabaja historia ambiental para mostrar que los historiadores se preocupan por historiar el espacio y por cómo se usa. El otro trata sobre la fundamentación teórica de la educación histórica.

¿Cómo se relaciona la historia con otras áreas del conocimiento?

La historia es multidisciplinaria y puede relacionarse con todas las ciencias porque  el objeto de estudio de la historia es el hombre. Por ejemplo dependiendo del tema de investigación se utilizan teorías y metodologías de diferentes ciencias.

Hoy se habla de la historia como una literatura verdadera, aunque esto suponga una especie de oxímoron, pero la narrativa, que es un elemento literario, es retomada por los historiadores para argumentar su posible cientificidad, lo que permite que la representación discursiva se acepte como una actividad científica. Escribir literatura, entonces, también implica dar cuenta de un hecho histórico.

¿Qué piensa de la educación histórica actual en México y la manera en la que esta se imparte?

En el currículo nacional hay una propuesta de educación histórica que fue escrita basada en las experiencias de otros países; sin embargo, el modo de impartirla y desarrollarla no es clara. Esto se debe a que el Estado mexicano no ha gastado dinero para preparar a los profesores. Actualizó el currículo, pero no a los docentes. Entonces, los maestros enseñan historia como “Dios les da a entender”, como aprendieron en su vida, pero si no se preparan ni se actualizan, lo novedoso queda por un lado y la práctica antigua.

¿Cuál es su consejo para aquellos que piensan elegir la Historia como carrera profesional?

Una condición básica para esta profesión es tener gusto por la lectura. Cada vez hay menos ganas de leer debido a que los medios de comunicación nos llevan a aprender, saber y conocer a través de la imagen. La  disposición para leer es una condición que no aplica solamente para la Historia sino para todas las carreras humanísticas.

¿Qué les diría a los alumnos de Historia que están próximos a egresar o son recién egresados de la licenciatura?

Mi consejo es: titúlense. El índice de titulación es un problema. En mi  experiencia he sido testigo de varias generaciones que egresan, pero no obtienen su título. Tras años de estar en el campo laboral regresan para terminar la tesis. El motivo que los trae de vuelta es la amenaza de despido por no contar con su grado académico. Valdría la pena evitarse ese problema esfuércense, lógrenlo, fíjense un motivo más allá de la licenciatura: cursen una maestría y un doctorado. Por último, añadiría que si trabajan en la docencia contribuyan por medio de su buen desempeño a que la historia tenga otra aceptación en las aulas.

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